La filosofía del botón rojo

Hola de nuevo, estoy aquí os guste o no. Muchos me habeís pedido que hable más sobre mí, pero mientras que cojo práctica INTENTARÉ haceros pensar, porque por desgracia sólo podeís hacelo vosotros. (Si no abandonaís el artículo ahora puede que os sirva, o incluso que os guste)

Ya os hablaré próximamente de mis experiencias en filosofía en el BI (que todo el que me conozca sabrá que es Bachillerato Internacional), pero hace unos días hablaron de la intención original de la filosofía: La búsqueda de la verdad, ¿por qué? porque todos suponen que si encuentras la verdad plena y absoluta, encontrarás la felicidad. Suena ambicioso, ¿verdad? hallar la felicidad entendiendo la realidad que le rodea mediante el pensamiento. Pero es taaaaan bonito, y explica nuestra situación actual de dejadismo social que sufrimos.

Para ejecitar el coco (o la cebolla, en palabras de la de Química) voy a plantear un ejecicio sencillo u técnicamente filosófico, de estos que hacen los cursos de iniciativa emprendedora:

Intenta poner la cabeza en blanco, relájate y aplaza los problemas, ya tendrás tiempo de pensar en ello más tarde. Ahora concéntate en lo que está leyendo. No merece la pena continuar si está pensando en problemas. Ahora, cuando estés tranquilo o tranquila, relajado o relajada, y con la mente en blanco, podemos seguir.

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No hace falta que lo leas ahora, sólo asegúrate de tener la mente en blanco cuando lo hagas, no tengo prisa.
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Imagínatelo:estamos tú yo en un lugar conucrrido. Un centro comercial, en el centro, en un pasillo abarrotado... Bueno, estás tú y yo soy una especie de voz de la conciencia, o un simple panel de instrucciones. Y de pronto aparece un botón en el aire. Es un botón rojo, grande y brillante, de esos que te entran ganas de pulsarlo con sólo verlo. Para más inri, en el botón está escrito con letras blancas ¡Cuidado!¡No pulsar a al ligera!. Yo aprieto el botón y el mundo se para, así, sin más. El tiempo se ha detenido para nostros dos, es decir, para tí, yo sólo estoy ahí para tocar botones. Ahora bien, estamos (estás) ahí, con el botón rojo. Cuando lo vuelvas a pulsar todo volverá a la normalidad. ¿Todo?. No. Todo excepto lo que imagines. Ahora te toca pensar a tí que te hace feliz. Cómo te ves tú en 20, 30, 40 años. Haciendo lo que te guste, con lo que tú y sólo tú seas feliz. Trabajo, familia, situación... Puede ser todo lo que te imagines, es decir, cualquier cosa. Piénsalo. Estarás seguro de lo que es porque lo seguirías haciendo toda tu vida. Sin parar. Repito: NO HAY LÍMITES PARA LO QUE DESEES.

Te puedes ver en Japón, lleno hasta los topes de tecnología puntera y trabajando como probador de videojuegos.

Te puedes ver en Hawai, en una hamaca con bermudas, con un trabajo a tiempo parcial como profesor de surf y casado con varias espectaculares nativas.

Te puedes ver (como me vieron a mí en una ocasión) en una casona enorme en Alemania, con una mujer y tes hijos rubios u perfectos, trabajando como criador de perros policía, lleno de pastores alemanes, con una chacha y mayordomo.

Te puedes ver viviendo en el csco antiguo de París, en un loft con vistas al Sena o en un pisito en Montemarte, viviendo del y para el arte.

Te puedes ver dando clases de Oxford o Harvard, con chaqueta de lana y coderas de cuero, fumando en pipa y dando clases de arqueología inca.

Te puedes ver en búnker en la luna, pagándote por vivir a cuerpo de rey, con una granja de conejos verdes.

Te puedes ver en una constante gira mundial constante, dando conciertos de música en cada ciudad y llenando estadios.

Y lo más difícil, te puedes ver en Madrid, con un empleo que nunca es suficiente, hijos en primaria e hipteca. ¿Por qué? Te has enamorado, casado y tenido hijos, y tu vida ideal es seguir así. Acepteste la hipoteca para conseguir tu sueño, y así eres feliz. Piensa que tus padres decidieron en algún momento seguir este camino.

Te puedes ver en Egipto, Nueva York, Milán, Roma, California, Praga o Brasil.

Ahora sigue pensando en TÚ propio futuro ideal. Cuando le vuelva a dar al botón, en lo que has pensado se hará realidad y el tiempo volverá a la normalidad. Sólo hay un intento, y luego es muy difícil el cambio. Piénsatelo bien.

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¿Ya está? Bien, ¿seguro? No me lo digas, piénsalo. Le vuelvo a dar al botón. Nada ha cambiado. ¿Qué esperabas? Agradezco la confianza, pero todavía no tengo esa clase de poderes. ¿Para qué ha servido? Bueno, si me has echo caso ahora sabes qué es lo que quieres. Tardará algo de tiempo hacerse realidad, PERO puede hacerse realidad. Sólo tienes que luchar por ello. Ahora sal y lucha por ello, como yo.



Gracias por el tiempo que me hayaís dedicado y que me dedicareís PENSANDO en esto, espero que os guste y que os sirva. Hasta pronto.